Existe, según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), una disyuntiva clave ante sus más de 12mil empresas constructoras agremiadas: Operar de manera tradicional para concentrar recursos en mantener las operaciones y márgenes de utilidad actuales, o aprovechar la coyuntura actual para invertir en la digitalización de procesos, aumentando rendimientos y capacidad operativa.

Si bien la primera de ellas, en su sentido conservador, previene el riesgo de tomar malas decisiones financieras en una organización, invertir en tecnología ya no es ventajoso ni opcional, es un eslabón clave para competir en el mercado bajo la coyuntura actual.

La complejidad de los proyectos de obra por su propia naturaleza no me dejará mentir, para poder controlar varios proyectos de obra simultáneamente, se necesita tecnología traducida en controles administrativos y operativos.

Ya sea para una pequeña empresa que comienza a crecer, o empresas ya desarrolladas de cualquier tamaño, tener el control de una obra de construcción necesariamente implica poder conocer el trayecto de todas las etapas de su ciclo de vida las cuales, a su vez, se integran de ciclos o procesos con un grado de complejidad propios y que se tienen que realizar en equipo, de manera coordinada y al ritmo que se necesita.

Las organizaciones que persiguen mejora en su productividad y rendimiento ya decidieron el camino de la tecnología, han elegido adquirir los controles administrativos necesarios para supervisar y controlar varios proyectos de obra simultáneamente.

El reporte ‘Cómo Lograr un Buen Retorno de la Inversión en Tecnología para la Construcción’ de Procore, arrojó que las empresas ahorran 13 horas en promedio cada semana con las herramientas de registro que provee un software de gestión de proyectos, con un total de 11 días ahorrados por proyecto. Este esfuerzo, por ejemplo, podría significar la diferencia ante tus competidores y tu oferta de servicio.

Otra ventaja sería mejorar la comunicación entre equipos y la fuerza laboral remota. “Una comunicación eficiente entre la obra y la oficina a través de la metodología asociada al software de gestión puede traducirse en un aumento importante de la productividad de la mano de obra en campo”, como señala el director de negocios de Procore Latinoamérica.

En conclusión, los sistemas de información ó software de administración de obras nos benefician en la ejecución de los proyectos –lo cual está comprobado estadísticamente–, por tanto, es importante considerarlos desde la planificación y tener presente que los sistemas operativos ahora son colaborativos, intuitivos y fácilmente adaptables a las necesidades del sector construcción, permitiendo evitar o mitigar gastos innecesarios por falta de comunicación o mala ejecución, pues presentan el panorama completo del proyecto.